Se viene diciendo que en Europa las hinchadas son menos “rugientes” que nuestras barras bravas, pero no estoy de acuerdo con esa afirmación.
En Europa han sabido frenar a los más exaltados, a los violentos, todo el entorno fue controlado y por ello los estadios son más amigables con las personas, las gradas son abiertas y la mayoría de las aficiones son familiares.
Esto en muchos campos de nuestra amada Sudamérica es hoy por hoy ciencia ficción.
¿Qué cambios debemos afrontar como sociedad?
¿Qué sanciones o cierres de campos deberían de ocurrir?
¿hasta cuándo vamos a permitir cosas como la que ocurrió el año 2000 con Alexander Rondón, jugador del Caracas agrediendo a un aficionado tachirense?
No son cosas que escapen a nuestro día a día, la pasión es preciosa, siempre que se rija por el respeto y la no violencia.
Todas estas reflexiones vienen a colación de este artículo.
El pasado mundial de fútbol nos dejó claro dónde está el nivel de Sudamérica, donde solo URUGUAY (cuarto puesto) y BRASIL (quinto puesto) lavaron un poco la cara.
Recordemos que Francia fue la ganadora, Croacia segunda y Bélgica tercera.
La revolución social necesaria, empieza por dar valores a nuestros hijos, aprendiendo a respetar a los rivales, evitando cualquier forma de violencia y alentando a ser mejores, tanto personas como deportistas.
Es un largo camino, pero si no empezamos a caminarlo, no llegaremos nunca a la meta.
Vídeo creado por el canal: Futbol La Pasion
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